entre sus brazos,
mi mejor amanecer..
mi minuto, más largo,
desabrochó los botones..
de mis sueños..
y dejó caer,
mi vestido al suelo,
recorrió mi cuerpo..
con caricias lentas,
y mi piel, tembló..
como una hoja, vuela.
Llegó, a mi alma..
y entró sin llamar..
a la puerta,
desplegó, sus alas..
para llevarme a su estrella,
y allí, conocí la luz..
que por mi ventana entra.
Bebí, de sus labios..
por que, de amor..
estaba sedienta,
y en cada beso, me dio..
lo que la vida,
no me ofreció..
y mucho más..
de lo que la vida,
ofrecerme, pudiera.
Le entregué, mi cuerpo..
mi alma, y mi inocencia..
y, en mi minuto más.. largo,
sin poder, imaginarlo..
el cielo, bajó.. a la tierra.
Téura
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